En los últimos meses, la gran actividad
que caracteriza los mercados internacionales ha ido disminuyendo. Ha habido
cierto estancamiento en las actividades regulares. Menos ofertas públicas
iniciales, menos fusionamientos de empresas, entre otras. Es de alta
preocupación para los empresarios, inversionistas y todos los participantes de
los mercados el ver como últimamente las compañías han ido reduciendo sus
gastos. Observar todas estas situaciones solo lleva a una pregunta: ¿Qué lo
está causando?
Es información
pública muy conocida la situación del petróleo en todo el mundo, la
desaceleración del crecimiento y desarrollo Chino y la problemática causada por
organizaciones terroristas como la ISIS. Sin embargo, otro factor puede ser utilizado para explicar lo que estamos
viendo ocurrir actualmente: año de elecciones en los Estados Unidos.
Como
potencia mundial y hogar de algunos de los mercados de más interés e influencia
globalmente, la economía norteamericana tiene los ojos del mundo puestos en
ella. Y no solo están puestos en ella, están puestos específicamente en Donald
Trump y Hillary Clinton.
Siendo este
el final de un periodo de 8 (ocho) años de presidencia de Barack Obama, es
inevitable un cambio de presidente. Los principales candidatos son Donald Trump
por el partido Republicano y Hillary Clinton por los Demócratas. Ambos
candidatos muy diferentes, fuertes y con ideas muy interesantes.
Investigaciones
muestran como durante años de elecciones, en especial situaciones como esta con
tantos posibles resultados, crean incertidumbre y con esto paralizan los
mercados. Este análisis ya está mostrando resultados al ver el comportamiento
de compañías grandes como McDonald’s y Verizon, que han reducido su nivel de
gastos. Delta Air Lines se encuentra en parada, al igual que Union Pacific,
entre otras.
Según un
escrito en The Journal Of Finance, los resultados de las elecciones son
relevantes para las decisiones corporativas, ya que implican regulaciones para
la industria, políticas monetarias y fiscales, impuestos, y en casos muy
extremos, la expropiación o nacionalización de firmas privadas. Si las
compañías piensan que las elecciones pueden tener un posible resultado negativo
para ellos, tomaran la decisión de esperar para invertir.
Según datos
históricos, hasta el 8 de Noviembre, el mercado tendera a la baja. La pregunta
importante es, ¿se reactivara este después de las elecciones?
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