Muchos abogamos por el concepto del libre
mercado, motivando a un sistema con la más mínima o cero intervención del
gobierno. Esto viene basado en la idea de que la intervención del gobierno en
el mercado crea ineficiencias y hace mucho más daño que bien. Sin embargo,
personas como Mariana Mazzucato, profesora de innovación y valor público en
University College London, tienen una visión radical y diferente.
Ella ve el gobierno como primer inversionista y
principal tomador de riesgos en proyectos de investigación. GPS, necesario para
Uber, financiado públicamente. Internet, necesario para Google, financiado
públicamente. El propio surgimiento de Silicon Valley, el gobierno fue el mayor
involucrado. Instituciones como DARPA (Defense Advanced Research Projects
Agency) han producido diferentes tipos de misiles, aviones, el primer mouse,
GPS miniaturas, monitores HD, en sistemas de energía crearon sistemas de
tecnología de almacenamiento de energía, y crearon la base de lo que hoy se
conoce como Fracking. Todo esto sirve como evidencia de la innovación e impacto
del gobierno.
A pesar de esto, argumenta Mazzucato, el
gobierno no se ve recompensado. El gobierno es el encargado de rescatar los
bancos en sus momentos malos, pero no recibe ninguno de los beneficios cuando
hay crecimiento. Apoya tecnologías como el Modelo S de Tesla, habiendo prestado
más de US$5,000,000,000 a las compañías de Elon Musk (Tesla, SpaceX,
SolarCity).
El caso más crítico dentro de las inversiones
del gobierno que no reciben compensación son el tema farmacéutico y las
patentes. Luego de ser apoyados fuertemente por el gobierno, muchas
instituciones crean patentes y durante su vigencia, aprovechan vía precio su
activo. Esto lleva a que los individuos paguen doblemente por estas
invenciones. Pagan impuestos para apoyar su creación y luego pagan nuevamente
al adquirirla. El caso farmacéutico es muy sensible debido a que ciertos
medicamentos pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Interesantemente, el gobierno invierte lo que
pocos quieren invertir, y toma los riesgos que nadie quiere tomar, recibiendo
los beneficios que nadie aceptaría. Luego de conocer esto, un análisis de como
los gobiernos afectan la innovación y las tecnologías es los países de América
Latina sería muy interesante.